sábado, 16 de noviembre de 2013

JOVENES EN CONTEXTO DE ENCIERRO
Martes 12 DE NOVIEMBRE de 16 a 18 hs.
Aula SUM Sede Postgrado. Calle 47 Nº 522 e/ 5 y 6.

Clase abierta en el marco del curso sobre Problemáticas 
empíricas y normativas de la ejecución penal en contexto carcelario.
Especialización en Derecho Penal - Secretaría de Postgrado
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales – U.N.L.P.

Fotografía de Edgardo Colicchio.
Serie de fotografías denominada  "Desde Adentro".




GACETILLA

El martes 12 de noviembre se llevó a cabo la clase abierta sobre Jóvenes en contexto de encierro del curso Problemáticas empíricas y normativas de la ejecución penal en contexto carcelario, de la Especialización en Derecho Penal. El Panel, coordinado por los Profesores Ernesto Domenech y Fabián Quintero estuvo integrado por los abogados Claudia Cesaroni, Alexandra Garito y Gastón Ricci, y la psicóloga Virginia Tranquilini.
          Cesaroni trató la problemática de los jóvenes adultos en las cárceles federales a través de la exposición de una síntesis de su proyecto de investigación de la Maestría en Criminología, realizado entre 2001 y 2002, denominado “El dolor como política de tratamiento. El caso de los jóvenes adultos presos en cárceles federales”Comenzó su exposición describiendo los lugares que el sistema federal tiene destinado para los jóvenes adultos – de 18 a 21 años con posibilidad de extensión hasta los 25 -: un módulo en la “megacárcel” de Ezeiza, un lugar en el Complejo Federal de Marcos Paz, más la Unidad 30 de La Pampa; y que la obligación de estar separados de los adultos deriva de dos artículos (197 y 198) de la ley nacional de ejecución de las penas privativas de libertad (Ley Nº 24.660). Contó que su investigación tuvo como base analizar las políticas de tratamiento implementadas y contrastarlas con la normativa que manda poner “particular empeño en la enseñanza obligatoria, en la capacitación profesional y en el mantenimiento de los vínculos familiares” (Art. 197).  Así fue como – según continuó su exposición - detectó problemáticas como por ejemplo la de las sanciones y la posibilidad de apelarlas, la de los traslados y los derivados de la violencia, cuyo punto máximo se expresó en la muerte de tres jóvenes.  Fue así como se planteó como hipótesis que una forma de tratamiento consistía en la producción de dolor, tanto en su expresión física (en los pabellones con mayor presencia de violencia) como simbólica (con los jóvenes “recuperables”).  Dijo que para desarrollar su trabajo se basó en el relevamiento de las voces de los protagonistas que no son otros que los jóvenes presos.  Citó como fuente de inspiración de esta idea el libro de Bauman “Modernidad y Holocausto” para trazar un paralelismo con la cárcel e invitar a transitar el camino que este autor proponía para mirar el holocausto: que librados de su espanto abramos la ventana y lo miremos desde adentro para ver qué es lo que allí pasa.  Habló también de la “normalización” o “naturalización” de las violencias (ya sea entre internos o entre estos y el personal penitenciario), y la selectividad y arbitrariedad del sistema para sancionar las faltas que detectó en las entrevistas con jóvenes alojados en el Penal de Ezeiza.  Concluyendo, relató que eso generaba el deseo de los jóvenes de ser trasladados a la Unidad de Marcos Paz en donde hasta el día de hoy se encuentra implementado el programa creado en 1997 denominado MPS (Metodología Pedagógica Socializadora) que era preferido por los jóvenes pero que a su criterio carecía de un análisis serio de repercusión o eficacia, especialmente cuando el joven recuperaba su libertad.
           Garito por su parte realizó una introducción en la que describió el trabajo que se lleva a cabo en el marco del Programa para Jóvenes Adultos – también comprendidos en la franja etárea entre 18 y 21 años con posibilidad de extensión hasta los 25 -.  Relató las ideas sobre las que sustentó la creación del “Programa Integral de Asistencia y Tratamiento para Jóvenes Adultos” en 2009.  Informó que mediante la  Resolución del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires Nº 1938/10, del 26 de octubre 2010, se crearon en el ámbito de la Jefatura del Servicio Penitenciario establecimientos específicos para alojar a jóvenes: Los unidades 45 de Melchor Romero, 47 de San Martín y 54 de Florencio Varela; y pabellones específicos en las Unidades 1 de Olmos, 9 de La Plata, 3 de San Nicolás y 4 de Bahía Blanca.  También que mediante la Resolución de la Jefatura del SPB Nº 6177 de 2011 se creó la Oficina del programa integral de asistencia y tratamiento para jóvenes adultos en el ámbito de las mismas unidades.
       Ricci describió cuáles eran las perspectivas y cuáles las fuentes normativas provinciales, nacionales  y convencionales.  Entre estas destacó las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, las reglas de Tokio y destacó que la ley de Ejecución Penal Nº 12.256 establece en su art. 15 que “Los jóvenes adultos (de 18 a 21 años) serán alojados en establecimientos o secciones especiales con el objeto de facilitar el desarrollo de aquellos programas asistenciales y/o de tratamiento que, implementados para pequeños grupos, contemplen con especial énfasis los aspectos formativos y educativos de los mismos, teniendo en cuenta la especificidad de los requerimientos propio de la edad”.   Trazó un esquema de los diversos departamentos y oficinas que llevan a cabo el tratamiento y posterior evaluación de los jóvenes, y cómo se realizan las juntas de beneficios que elaboran los informes, al igual que las funciones del Departamento Técnico Criminológico.  Entre las funciones de la Junta destacó como novedad la de confección de una nómina de los internos que se encontrarían con posibilidades ingresar a alguna alternativa o prisión domiciliaria con pulsera electrónica, para su posterior propuesta al organismo judicial de la causa.
Tranquilini describió las diversas características del Programa:
Los objetivos, generales y particulares, entre los que destacó la finalidad de brindar asistencia psico-social, afianzar el vínculo con su grupo familiar referente, lograr el acercamiento a su lugar de residencia y su posible inserción social, fomentar el fortalecimiento de la educación y la capacitación en el trabajo, y reflexionar sobre la formación ciudadana donde el respeto al otro y a las normas de convivencia sean el eje central del abordaje asistencial. 
Las diversas actividades que se desarrollan en el marco del Programa: emprendimientos laborales, talleres, clases, artes, deportes y esparcimiento.
Las fases: Etapa de Admisión (donde el joven puede comenzar a conocer el espacio de trabajo y las reglas convivenciales del mismo entre los diez (10) y treinta (30) días de su ingreso, para luego en todo caso firmar un Acta de Compromiso para ingreso al Programa); Etapa de Tratamiento, y Etapa Proyecto Ciudadano para la Inclusión Social.
El desarrollo, objetivos y actividades del proceso de orientación vocacional que dirige, vinculado con las perspectivas, necesidades, problemáticas y herramientas del egreso y el consecuente regreso del joven al medio libre.           

Concluidas las exposiciones, los coordinadores y los concurrentes emitieron sus opiniones y efectuaron preguntas a los integrantes del panel; planteándose un productivo intercambio de ideas, entre las que se consideraron los obstáculos, las dificultades y las propuestas en relación a este tema tan sensible. 
         Finalmente, se invitó a todos los participantes a la próxima reunión el miércoles 20 a las 16.00 hs. en la que se llevará a cabo un taller de análisis y trabajo sobre la confección de los informes de las diversas fases del Programa.